Delirio en el Bernabéu

El Real Madrid sabía de la importancia de su partido frente al Espanyol de la temporada 2006-2007, pues llegaba a la 34ª jornada 2º con dos puntos menos que el líder, el FC Barcelona. Llevaba desde octubre de 2005 sin saber lo que era colocarse primero, y era la ocasión ideal para meter presión a un líder que jugaba al día siguiente.

El partido empezó mal, Pandiani ponía un 0-2 en media hora que hacía callar al Bernabéu, sin embargo, Van Nistelrooy iba a acortar distancias poco después del segundo gol de Pandiani.

Antes del descanso, Pandiani ponía el 1-3, de nuevo dos goles abajo y a remar cuesta arriba. Los corazones madridistas caían en la tristeza al ver en frente a un equipo compacto en defensa y demoledor en ataque.

No quedaba otra más que apelar a la épica para luchar por la Liga, ya se había remontado 6 días antes, y parecía demasiada proeza hacerlo dos veces seguidas. Sin embargo, un gol del capitán Raúl nada más comenzar la segunda mitad enloquecía el estadio.

A partir de entonces, un fútbol aguerrido, potente y con fuerza iba a poner al Espanyol contra las cuerdas en más de una ocasión, hasta que a los 10 minutos de la primera parte Reyes iba a conseguir el empate.

Quedaba toda la segunda parte para marcar un gol, pero el tiempo pasaba y no se conseguía perforar la portería de Kameni por cuarta vez. Sin embargo, en el último minuto una pared entre Reyes y el 'Pipita' Higuaín ponía el 4-3 en el marcador gracias al gol del argentino, que provocaba el delirio y la total euforia en el Santiago Bernabéu.


En Chamartín creían que la Liga era posible, y más aun cuando el Barcelona empataba frente al Betis con un gol de Sobis finalizando el encuentro que colocó al Madrid hasta el final de la temporada.