domingo, 9 de mayo de 2010

Los reyes de Europa

El Mundial se acerca, y eso quiere decir que las ligas europeas llegan a su fin. Casi todas han acabado ya, y sólo en dos de las grandes queda por saber quién será el campeón: España e Italia.

En nuestro país se vive una lucha encarnicada entre los dos grandes: Real Madrid y Barcelona, que ya han conseguido batir el récord de puntos en una misma liga. Ambos están separados por un punto, con el equipo de Pep Guardiola por delante.

El problema, que no se sabe si tantos puntos es por mérito suyo o por demérito de los demás, ya que ambos les sacan casi 30 puntos al tercer clasificado, una auténtica barbaridad.

En el Calcio se vive una situación parecida, pero con menos puntos. Queda una jornada por disputar y el Inter y la AS Roma se juegan ser campeones, sólo dos puntos les separan. El Inter intentará revalidar un título que hace unas jornadas parecía ganado, pero con una mala racha ha hecho que una Roma en claro ascenso desde la llegada del nuevo técnico, Claudio Ranieri, le haya dado caza y quiera revancha de la final de la Copa de Italia.

En Inglaterra ya ha acabado la liga doméstica, y el Chelsea no sólo no ha fallado en la última jornada, si no que ha goleado por ¡8-0! al Wigan. Así pues, acaba con las esperanzas del Manchester que estaba detrás esperando a conseguir su cuarto título liguero consecutivo.

En Alemania, un Bayern que ha etrenado nueva camiseta, esta vez con rayas verticales, ha ganado la Bundesliga y opta, junto al Inter, por hacer triplete. En Portugal, el equipo con más ligas también ha vuelto a ganar, el Benfica, con Javi García como pilar en el centro del campo, ha conquistado su trigésimo segunda liga, donde el Oporto se ha quedado fuera de plaza Champions.

La última liga acabada y que ha terminado realmente igualada ha sido la Eredivise de Holanda, donde el Ajax llegaba a la última jornada un punto por debajo del líder, el Twente. Pero nada pudo hacer porque el equipo de Steve McLaren ganó su partido, y ha hecho historia al conseguir por primera vez un título liguero, por lo que irá directamente a la fase de grupos de la Champions League.

La Ligue 1 francesa ha sido conquistada, 18 años después, por el Olympique de Marsella. Los malos resultados de O. Lyon y del Girondins de Laurent Blanc, unido a la irregularidad y poca experiencia en los altos vuelos de Lille, Montpellier y Auxerre, han provocado el alirón marsellí con cierta comodidad.

La madre de todas las remontadas

Para terminar con el fútbol la madre de todas las remontadas en España, conseguida por la propia selección, que necesitaba ganar por once goles de diferencia a un Malta para superar en golaverage a Holanda.

España entera vibró después de este partido, porque antesy durante el mismo pocos creían en la remontada, a pesar de la debilidad maltesa. Pero un grupo de jugadores con garra y clase lograron callar todas las bocas negativas, siendo esta quizás la remontada más épica de una selección nacional.

En Holanda prácticamente ya se daban por clasificados, a pesar de que sabían que España pasaría por encima de Malta, que venía aquí a hacerlo lo mejor posible.


España se volcó al ataque como era de esperar, y pronto llegaron las primeras oportunidades, el gol de Santillana y un penalti fallado. A esto Malta respondió con el 1-1, por lo que había que volver a remar a contracorriente, se estaba como al principio.

La selección siguió a lo suyo, al ataque y a marcar la mayor cantidad de goles, que fueron cayendo obra de Santillana para irse 3-1 al descanso.

Ya en la segunda parte, se sabía que marcar nueve goles iba a ser realmente difícil, pero en apenas 20 minutos España ya llevaba 7 goles. Malta vio que definitivamente había tormenta y se decidió echar atrás.

Los españoles comenzaban a creer, no celebraban los goles y cogían el balón de las redes para perder menos tiempo. Después, entre Poli Rincón y Santillana pusieron a la selección a 3 goles de la gloria en el minuto 75.

Entonces, los asientos del Benito Villamarín que se habían vaciado en el descanso, cuando el público no creía en la remontada, comenzaron a llenarse de nuevo. A continuación, Rincón, Sarabia y Señor certificaron la remontada cuyo premio era un billete para la Eurocopa de 1984 de Francia, donde España quedó subcampeona por el famoso fallo de Arconada frente a la Francia de Platini.

El Madrid le arrebata la ACB al TAU (2005)

Fuera del fútbol, en el balón grande del baloncesto, hay una remontada en poco tiempo que prima por encima en la liga doméstica, la ACB.

Era 2005 y TAU Cerámica (ahora Caja Laboral, siempre conocido como Baskonia) y Real Madrid llegaban a la final de los play-off habiendo sido los primeros en la fase regular.

El conjunto madridista, dirigido por Maljkovic, golpeaba primero y ganaba en Vitoria por apenas dos puntos. Sin embargo, el equipo vitoriano iba a dar la vuelta a la eliminatoria en los dos siguientes partidos, ganando así en el Buesa Arena y el primer partido en Vistalegre, por lo que con un triunfo más se poclamaría campeón.


Sin embargo, Felipe Reyes, Louis Bullock y Hamilton evitaron que el Tau se proclamase campeón en terreno vikingo, llevando la serie al 2-2 y por lo tanto al último partido, en Vitoria.

En la final, un gran Macijauskas secó a Bullock y puso a su equipo 7 arriba a falta de dos minutos para el final de la final.

Entonces fue cuando el Madrid se lanzó a la deseperada a por el triunfo, poniendo el partido en 69-67 a falta de pocos segundos. El TAU falló en el saque de fondo y Alberto Herreros, leyenda madridista, se jugó el triple y consiguió encestar una canasta que valió una liga.

viernes, 7 de mayo de 2010

Marsella y Mali remontan 4 goles (1998 y 2010)

El Olympique de Marsella tuvo un comienzo muy irregular en la Ligue 1 en 1998, ya que a la tercera jornada su propia afición iba a despedir al equipo al descanso entre silbidos. El equipo había empezado con una pájara descomunal y en poco más de media hora los franceses de Montpellier ya se habían puesto 0-4.


Sin embargo, nadie presagiaba lo que iba a ocurrir en los siguientes 45 minutos, en especial en la última media hora. Un OM liderado por Christophe Dugarry, Robert Pires y Laurent Blanc, que acababan de cororarse campeones del mundo, iba a ser capaz de dar la vuelta al marcador.

Lo que parecía una auténtica utopía, incluso cuando Dugarry hacía el 1-4 en el minuto 15 el gol de la honra, se terminó convirtiendo en realidad gracias a 3 goles en 10 minutos que pusieron el encuentro 3-4.



Ya al final, se ponían las tablas en el marcador, lo que dejaba a los aficionados satisfechos, pero cuando Blanc transformó el penalti, el Velodrome de Marsella estalló de alegría y euforia.

Algo semejante ocurrió este mismo año en la Copa de África, cuando la selección de Angola se vio sorprendida por un vendaval malí en un cuarto de hora, lo que supuso que el partido pasara del 4-0 al 4-4.

jueves, 6 de mayo de 2010

90 minuti in Bernabéu son molto longos (1986)

A pesar de que el Madrid en Europa lleva unos años sin saber remontar ni clasificarse en una ronda de eliminación, es un equipo acostumbrado a hacer proezas.

Hace 24 años el conjunto blanco tenía que jugar en su estadio la vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA, cuyo resultado en la ida fue de 3-1 a favor del Inter de Milán.

El conjunto dirigido por el fallecido Luis Molowny y capitaneado por Juan Gómez, Juanito, volvían de Milán convencidos de la remontada desde el mismo autobús de vuelta. Fue una semana movida, con declaraciones como las de Butragueño donde animaba al público a marcar el primer gol, o las de Juanito, quien recitaba la frase tan popular '90 minuti in Bernabéu son molto longos', apelando al miedo escénico que provocaba el estadio.

El lugar de la remontada

El día del partido llegó y se necesitó de una prórroga para saber quien sería el finalista de aquel año, pero el carácter de Juanito, los remates de Santillana, el brillante partido del 'Buitre', y por supuesto, la presión de un Bernabéu lleno fueron los ingredientes perfectos para conseguir el pase a una final que posteriormente ganaría el Real Madrid.

La afición y Gerrard sí creyeron en el descanso (2005)

Siguiendo con las finales de Champions League, otra de las más conocidas es la de 2005, por la increíble remontada protagonizada por el Liverpool del recién estrenado en el banquillo inglés Rafa Benítez, que acababa de eliminar al Chelsea y que se presentó en el Estadio Olímpico de Ataturk con un once inicial formado por Dudek en la portería; Finnan, Carragher, Hyypiä y Traoré atrás; Xabi Alonso, Luis García, Gerrard y Riise como centrocampistas y Kewell y Milan Baros en busca del gol.

El AC Milan, dirigido por Ancelotti, se presentaba en la final después de eliminar al PSV, con un once compuesto por Dida; Cafú, Stam, Nesta, Maldini; Gattuso, Pirlo, Seedorf; Kaká, Shevchenko y Crespo.

El partido se le iba a poner de cara a los italianos, ya que en el primer minuto, Paolo Maldini iba a conseguir el primer tanto del partido. Esto iba a ser un mal menor, ya que al descanso el Milan iba a deshacer la pizarra táctica de Rafa Benítez y se iba a imponer por 3-0.

Sin embargo, algo debió pasar en el vestuario inglés para que sucediera lo de la segunda parte. Y es que, los hooligans del Liverpool creían en una posible remontada, ya que durante el descanso, mientras los jugadores se encontraban en el túnel de vestuarios, no paraban de cantar, a pesar de que la derrota podría haber sido humillante. Posiblemente Steven Gerrard tuvo mucho que decir en ese vestuario.

En la segunda parte el equipo de Benítez salió muy enchufado. Gerrard a los 7 minutos conseguía un gol que ponía un puntito más de credibilidad en la remontada inglesa gracias a un gran cabezazo. 3 minutos más tarde Smicer disparaba desde fuera del área un disparo raso cruzado que se colaba en la portería, la remontada era posible.

En el 58, Gattuso cometía penalti sobre Gerrard, y la proeza se acercaba. Xabi Alonso sería el encargado de lanzar un penalti errado por él mismo, pero supo enmendar su error y marcar en el rechace.

Ya en la tanda de penaltis, Dudek se convirtió en el gran héroe parando dos de los cinco penaltis, hasta tal punto que se creó un canción con videoclip incluido dedicada al portero polaco.

Steven Gerrard, que acabó el partido cojeando y con calambres, al igual que su compañero Carragher, levantó la quinta Copa de Europa del Liverpool, y el proyeto de Rafa Benítez no podía tener mejor comienzo. Su método del trabajo en equipo estaba dando sus frutos nada más aterrizar en la ciudad de 'The Beatles'

miércoles, 5 de mayo de 2010

Del infierno a la gloria en 100 segundos (1999)

Era el 26 de mayo de 1999. Manchester United y Bayern de Munich se juegan el mayor título a nivel europeo, la Champions League, en Barcelona.

Es una de las finales europeas más recordadas por su dramático final, y es que perder el trono europeo en el tiempo de descuento dos goles de córner es realmente duro.

El partido comenzó de una manera ideal para los alemanes de Munich, que se adelantaron con gol de Mario Basler, a partir del cual el Manchester no cesó en su empeño de conseguir su segunda 'Champions' (la primera fue en 1968) pero no recogió sus frutos hasta el minuto 90, cuando un córner sacado por Beckham y mal repelido por la defensa bávara, acabaría disparándolo Giggs con su pierna mala para que Teddy Sheringham, que había salido en la segunda mitad, empujara el balón batiendo a Oliver Khan y empatara el partido.

La cara de los aficionados alemanes era un poema, veían como su equipo iba a irse a la prórroga, pero lo que no sabían era que lo peor estaba por llegar. Solskjaer, con 10 minutos sobre el campo, iba a prolongar con el pie un remate de cabeza y ponía el 1-2 en el marcador.

El Bayern había sido tantos minutos campeón de Europa que se lo había creído, por lo que el golpe moral fue mayor, tan grande que la mayor parte de los jugadores se quedaron tendidos en el campo, llorando y golpeando el césped, (como Kuffour) por lo que el árbitro, Pierluigi Collina, tuvo que ir a consolarles para que se levantaran y poder terminar el partido.

Mientras, en el banco, el capitán alemán y leyenda del fútbol, Lotthar Matthaus no daba crédito a lo que veía, pues había estado jugando todo el partido y veía como el mayor título europeo se escapaba de su vida.

Como curiosidad, estos equipos ya se habían enfrentado en la primera liguilla, empatando ambos partidos, y clasificándose el Bayern primero, y el Manchester segundo.

Ese día el Manchester United pasó del infierno de ser el perdedor de una final, a la gloria de ganarla en apenas 100 segundos, poco más de un minuto y medio.