Para ello tuvo que pasar una dura fase de grupos con FC Barcelona, Dinamo de Kiev y Rubin Kazan. Le esperaban el actual campeón de Europa y dos duros y guerrilleros equipos que en casa son realmente difíciles de batir debido al frío de Ucrania y Rusia.
Con un empiece algo irregular con tres puntos en los tres primeros partidos, el equipo del siempre polémico José Mourinho se plantaba en Ucrania sin más margen de maniobra que ganar al Dinamo si no quería estar con un pie fuera de la máxima competición europea de clubges mucho antes de lo previsto. Hizo los deberes y ganando a rusos y ucranianos se plantó en octavos como segundo de grupo.
El sorteo, como es de esperar cuando eres segundo de grupo, no le sonrió y a 'Mou' le tocaba volver a Stamford Bridge a enfrentarse a un fuerte Chelsea. Las apuestas decían que otro año más el Inter se centraría en el campeonato doméstico después de caer en los octavos de la Copa de Europa, pero en una batalla encarnizada en el Giusseppe Meazza el conjunto interista se hacía con la victoria por 2-1.
Aún así, las posibilidades de remontada del Chelsea eran altas, ¿cómo un equipo que lleva tres años sin pasar de octavos va a eliminar a uno que ha sido semifinalista 5 de los últimos 6 años?.
Mourinho preparó el partido en Londres a conciencia, y allí, con un estilo de juego de contraataque logró no sólo que el Chelsea no marcara, sino además ganar con un gol de Samuel Eto'o.
La suerte le unía en cuartos al CSKA ruso, que perdería ambos partidos por la mínima. El Inter estaba en semifinales ganando todos los partidos de la fase eliminatoria por un gol. Esperaba de nuevo el FC Barcelona, equipo al que ya se habían enfrentado y al que no había sido capaz de marcarle, pero habían pasado 5 meses de sus enfrentamientos, y el equipo italiano era otro. se veía que era una eliminatoria igualada.
El Inter golpeaba primero, y después de remontar el gol de Pedro, se ponía 3-1, resultado final que ponía al FC Barcelona contra la cuerdas, y con la tarea de hacer efectiva una remontada en el Camp Nou.
Tras una semana donde se apeló a la épica, con declaraciones como las de Piqué donde se pedía el apoyo del estadio para hacer que los jugadores del Inter odiasen la profesión, o el merchandising de camisetas y demás, llegó el día del partido. Mourinho preparó un partido más defensivo que nunca, era su partido, sabía lo que tenía que hacer para evitar que el Barça remontase y lo consiguió. ¿Autobús? sí, pero también finalistas y con opciones de triplete.
El Inter golpeaba primero, y después de remontar el gol de Pedro, se ponía 3-1, resultado final que ponía al FC Barcelona contra la cuerdas, y con la tarea de hacer efectiva una remontada en el Camp Nou.
Tras una semana donde se apeló a la épica, con declaraciones como las de Piqué donde se pedía el apoyo del estadio para hacer que los jugadores del Inter odiasen la profesión, o el merchandising de camisetas y demás, llegó el día del partido. Mourinho preparó un partido más defensivo que nunca, era su partido, sabía lo que tenía que hacer para evitar que el Barça remontase y lo consiguió. ¿Autobús? sí, pero también finalistas y con opciones de triplete.
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