Carlos Sainz

Todos, cuando somos pequeños, tenemos un sueño, y ese sueño muchas veces se ve ligado. En mi caso, de pequeño siempre soñaba con ser piloto de carreras, me apasasionaban los cohes, por eso mí idolo siempre fue Carlos Sainz.

Por eso ahora, después de ganar el Rallye Dakar 2010 quiero hacerle un pequeño homenaje. Con el acompañamiento de Lucas Pérez, el copiloto con el que hay máxima compenetración, Carlos ha sido el primer español en ganar en el desierto sobre cuatro ruedas. Solo le han bastado tres participaciones para conseguirlo, su experiencia, y sobre todo, que el Volkswagen es el mejor coche de la parrila, como se ha podido demostrar siendo los tres primeros los componentes de este equipo, han hecho que el madrileño le haya tocado venir a su ciudad a enseñar el trofeo.

En cuanto a su carrera en rallyes, empezó en 1989 con un Toyota Celica, con el que ganó en 1990 y 1992 los dos mundiales que tiene en su haber. Luego se tuvo que ir por imcompatibilidad entre su patrocinador y el de Toyota.

En 1993 en Lancia viió su peor año, ya que el coche no fue evolucionado, lo que le hizo irse a Subaru, donde consiguió dos subcampeonatos seguidos. Después fue a Ford y más tarde de vuelta a Toyota, donde a manos de un Corolla consigue el subcampeonato más amargo de su carrera, ya que a falta de poco más de 500 metros de distancia, cuando iba a ser campeón, una biela le quitó el sueño, ya casi hecho, de su tercer campeonato después de que la pieza se rompiera y el coche se parara.

Después volvería a Ford y acabaría su carrera en Citroën.


Siempre ha tenido fama de gafe y de tener mala suerte, en especial después del incidente en 1998 en Inglaterra ya comentado, cuando se quedó a 500 metros de ser campeón, pero también ha tenido otros accidentes aparatosos, como cuando se llevó a una oveja por delante, o en 1991 cuando volcó dando varias vueltas de campaña. Él siempre ha dicho que es muy afortunado y wue ojalá sus hijos tuviesen la misma mala suerte, y es que a pesar de quedarse a las puertas de conquistar más mundiales de rallyes en repetidas ocaiones, ya tiene dos en su haber, y ¿qué mejor tener éxito en tu trabajo? y encima haciendo lo que te gusta, trabajar como si de ocio se tratase... bendita mala suerte.